báilame el agua

Caricias y heridas guardadas entre las manos. Suspiros interminables grabados en los labios. Cinco sentidos servidos en una bandeja oxidada, junto a una antigua cuberteria de ojalata donde guardo las mil historias que me hacen sentir vivo. Historias que perduran en el recuerdo, unas que caen en el olvido impregnadas de humo, otras que simplemente se desvanecen formando dunas en las que es dificil navegar sin encallar. Siento la necesidad de poder darle la vuelta al reloj de la vida y hechar el ancla, o simplemente tropezar y caer a la arena. Patadas. La vamos a tener. Fuerza que se pierde por la boca, cuando te das cuenta que hacer de los trapos viejos unos simples pedazos no sirve para nada. Enciendo como de costumbre la vieja caja, con polvo, y me uno de nuevo a la partida de aquel absurdo juego empezado hace largos años. Mentes absorbidas, personalidades cambiadas. Siento humedad, mis párpados se deshacen entre los dedos de mis pies. Basta por hoy.
--Y que coño, que nos pille la Lluvia.